Trenes a LisboaDesde € 9.99

Llegar a Lisboa en tren es una experiencia maravillosa, especialmente cuando se viaja desde cualquier punto de Europa. La ciudad cuenta con varias estaciones de tren, pero la principal es la Estação do Oriente, diseñada por el famoso arquitecto Santiago Calatrava. Esta estación no solo es una obra de arte en sí misma, sino que también es un importante nudo de conexiones, facilitando el acceso a diversas partes de la ciudad y del país. Otro punto clave es la Estação de Santa Apolónia, situada más cerca del centro histórico y proporcionando una llegada más directa al corazón de Lisboa.

En cuanto a los servicios de transporte y líneas de transporte público, las estaciones de Lisboa están muy bien conectadas. Alrededor de la Estação do Oriente y la Estação de Santa Apolónia, se pueden encontrar varias opciones de transporte público, incluyendo metro, autobuses y taxis. El metro de Lisboa es especialmente útil, con líneas que conectan fácilmente las principales atracciones turísticas y áreas residenciales de la ciudad.

Para aquellos que deseen empezar a explorar Lisboa inmediatamente después de su llegada, recomiendo tomar el metro desde la Estação do Oriente o la Estação de Santa Apolónia. Esto les permitirá acceder rápidamente a sitios emblemáticos como la Plaza del Comercio, el Barrio de Alfama o el Monasterio de los Jerónimos en Belém.

En resumen, comenzar tu aventura en Lisboa después de llegar en tren es cómodo y sencillo. Desde las principales estaciones, el transporte público te ofrece una puerta de entrada a la exploración de esta magnífica ciudad, llena de cultura, historia y una vibrante vida urbana. Solo asegúrate de tener a mano un mapa del metro y estarás listo para sumergirte en la belleza de Lisboa.

Explorar Lisboa, la capital de Portugal, es sumergirse en una ciudad donde la historia se entrelaza con la modernidad, donde cada rincón cuenta una historia. Pero, ¿qué hace a Lisboa tan especial y cómo puedes asegurarte de vivir la experiencia portuguesa al máximo? Sigue leyendo para descubrir los tesoros escondidos de Lisboa y saborear su incomparable gastronomía.

Mosteiro dos Jerónimos, una joya de la arquitectura manuelina, es nuestra primera parada. Situado en Belém, este monumento no solo es un símbolo de la era de los descubrimientos sino también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La entrada general cuesta 10€, pero llegar temprano puede ahorrarte largas colas.

El Torre de Belém, otro icono de la ciudad y Patrimonio de la Humanidad, ofrece una vista incomparable del río Tajo. La torre es testimonio del pasado marítimo de Portugal y su entrada cuesta 6€.

En el corazón de Lisboa, encontrarás el Castillo de San Jorge, un mirador privilegiado sobre la ciudad. Por 10€, puedes explorar sus antiguas murallas y disfrutar de vistas panorámicas.

La Plaza del Comercio, conocida como Terreiro do Paço, es el punto de encuentro por excelencia. Este espacio abierto junto al río es perfecto para pasear y sentir el pulso de la ciudad.

No puedes perderte el Barrio de Alfama, la esencia pura de Lisboa, con sus calles estrechas y casas llenas de azulejos. Aquí, el Fado, música tradicional portuguesa, cobra vida.

El Elevador de Santa Justa, una obra de arte industrial, ofrece una experiencia única y vistas espectaculares por solo 5,15€ (ida y vuelta).

Finalmente, el Monumento a los Descubrimientos, situado también en Belém, rinde homenaje a los héroes de la era de los descubrimientos de Portugal.

Después de un día explorando, es hora de probar la gastronomía local. No puedes irte sin saborear el emblemático pastel de nata, un pequeño pastel de crema que captura la esencia de la repostería portuguesa.

Viajar por Lisboa es una experiencia enriquecedora, repleta de historia, cultura y sabores únicos. Con cada paso, descubrirás algo nuevo, haciendo de tu visita una aventura inolvidable. ¿Listo para dejar que Lisboa te encante?