Trenes de Lyon a MontpellierDesde € 25.00

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería atravesar el sur de Francia en tren? Imagina deslizarte por paisajes pintorescos, desde la vibrante Lyon hasta la soleada Montpellier. Este viaje en tren no es solo un traslado; es una invitación a descubrir el corazón de Francia.

El viaje más rápido entre estas dos ciudades tiene una duración de aproximadamente 1 hora y 45 minutos, haciendo de este trayecto una opción eficiente y placentera para viajeros y locales por igual. La aventura comienza en la estación Lyon Part-Dieu, el principal núcleo ferroviario de Lyon, y termina en la estación Montpellier Saint-Roch, situada en el corazón de Montpellier.

A lo largo de los aproximadamente 304 kilómetros que separan estas dos ciudades, el tren te lleva por una serie de pueblos y ciudades encantadoras. Aunque el tren de alta velocidad no hace muchas paradas, el paisaje por la ventana ofrece vistas de lugares como Valence y Nîmes, ciudades conocidas por su rica historia y arquitectura impresionante.

Lo más icónico que puedes esperar al comenzar tu viaje es la vista de la Basilique Notre Dame de Fourvière en Lyon, una joya arquitectónica que domina la ciudad. Al llegar a Montpellier, serás recibido por la moderna arquitectura de la estación Saint-Roch, una mezcla perfecta de lo antiguo y lo nuevo que refleja el espíritu de la ciudad.

Este viaje no solo conecta dos de las ciudades más vibrantes de Francia; es una ventana a la belleza y la diversidad del sur francés. Desde el patrimonio histórico hasta las innovaciones modernas, de Lyon a Montpellier en tren es una experiencia que captura la esencia de viajar por Europa.

Así que, si buscas una aventura que combine confort, velocidad y belleza, este viaje en tren es la elección perfecta. ¡Prepárate para ser cautivado por el encanto del sur de Francia!

¿Alguna vez te has preguntado qué hace a Lyon, en Francia, una ciudad tan especial? Esta joya escondida guarda secretos en cada rincón, desde su rica historia hasta su impresionante arquitectura, sin olvidar su exquisita gastronomía. Prepárate para descubrir lugares que cuentan historias de tiempos pasados y sabores que deleitarán tu paladar.

El corazón de Lyon palpita en la Basílica de Notre-Dame de Fourvière, símbolo de la fe y la historia de la ciudad, ubicada en la colina que ofrece las mejores vistas panorámicas. No te pierdas la oportunidad de explorar sus intrincados mosaicos y su majestuoso interior.

Desciende hacia el Vieux Lyon, el casco antiguo, donde las calles empedradas te llevarán a un viaje en el tiempo. Este barrio, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famoso por sus traboules, pasadizos secretos que esconden patios renacentistas.

El Museo de Bellas Artes de Lyon, ubicado en la Plaza des Terreaux, es un tesoro cultural con colecciones que abarcan desde la antigüedad hasta el arte moderno. Es la segunda galería de arte más grande de Francia después del Louvre.

Para los amantes de la arquitectura, la Ópera de Lyon, con su fascinante fachada de vidrio y metal, es una parada obligatoria. Su moderna cúpula es el resultado de una renovación que mezcla lo antiguo con lo nuevo de manera sublime.

No puedes irte sin visitar el Parque de la Tête d'Or, el pulmón verde de la ciudad. Este extenso parque ofrece un zoológico, un lago para paseos en bote y hermosos jardines, perfecto para un día de relajación.

Sumérgete en la historia industrial de Lyon en el Museo de Confluencias, una obra maestra arquitectónica situada en la confluencia de los ríos Ródano y Saona. Sus exposiciones interactivas te llevarán a un viaje desde el origen del universo hasta la era moderna.

Finalmente, no puedes dejar Lyon sin probar su famosa quenelle de brochet, un plato suave y esponjoso de pescado, servido a menudo con una rica salsa de cangrejo. Además, el salchichón de Lyon es un must para los amantes del embutido.

Viajar por Lyon es como abrir un libro de historias donde cada página te sorprende más que la anterior. Desde explorar antiguas ruinas hasta degustar platos que son un arte en sí mismos, esta ciudad no deja de maravillar. Déjate llevar por el encanto de Lyon y vive una aventura inolvidable.

¿Alguna vez has soñado con viajar en el tiempo? Visitar Montpellier, en el corazón de Francia, es casi como hacerlo. Esta ciudad, rebosante de historia y maravillas arquitectónicas, te invita a descubrir sus secretos ocultos y sabores inolvidables.

Empieza tu aventura en la majestuosa Place de la Comédie, el corazón palpitante de Montpellier. Aquí, la ópera del siglo XIX y las animadas cafeterías te sumergen en la vibrante vida local. No te pierdas el Jardín de Plantas, el más antiguo de Francia, donde la tranquilidad y la biodiversidad te envolverán.

El Arc de Triomphe, construido en honor a Luis XIV, ofrece una vista panorámica inigualable de la ciudad. Un corto paseo te lleva al Promenade du Peyrou, un parque del siglo XVII desde donde se puede admirar el acueducto de Saint-Clément, una proeza de la ingeniería.

La Catedral de San Pedro, con su imponente fachada, es un testimonio vivo de la riqueza espiritual y arquitectónica de Montpellier. No lejos, el Museo Fabre te espera con sus tesoros artísticos, ofreciéndote un viaje a través de siglos de creatividad.

Adéntrate en las estrechas calles medievales del barrio antiguo, donde cada rincón cuenta una historia. Y para los amantes de la modernidad, el barrio de Antigone, diseñado por Ricardo Bofill, muestra una fascinante mezcla de influencias clásicas y modernas.

Después de un día explorando, nada mejor que saborear la cocina local en un mercado o una brasserie tradicional. Los platos regionales, repletos de sabores del Mediterráneo, son el broche de oro perfecto para tu viaje.

Recorrer Montpellier es sumergirse en una experiencia que fusiona pasado, presente y futuro. Cada paso te lleva a descubrir algo nuevo, algo mágico, convirtiendo tu visita en una aventura inolvidable. ¿Listo para el viaje?