Llegar a Matera, una joya del sur de Italia, en tren implica una pequeña aventura, ya que la ciudad no cuenta con una estación directamente en su centro. La estación más cercana es Ferrandina-Matera, situada a unos 40 kilómetros. Desde grandes ciudades como Roma o Nápoles, los viajeros primero deben dirigirse a Bari, una ciudad costera importante, y desde allí tomar un tren regional hacia Ferrandina. Aunque no hay trenes directos a Matera, este método es el más eficiente para aproximarse a la ciudad.
Una vez en la estación de Ferrandina, la conexión a Matera se completa a través de autobuses u opciones de traslado privado. Los servicios de autobús ofrecen una conexión razonablemente buena con horarios que generalmente están sincronizados con los tiempos de llegada de los trenes. Para aquellos que buscan una opción más directa, los servicios de taxi o traslados privados pueden ser una alternativa más cómoda y rápida, aunque más costosa.
En términos de transporte público dentro de Matera misma, la ciudad es bastante accesible a pie, especialmente en las áreas turísticas más populares. Sin embargo, hay servicios de autobuses locales que conectan diferentes partes de la ciudad, lo que puede ser útil para llegar a alojamientos o puntos de interés más alejados.
Para iniciar la visita en Matera, el mejor punto de partida es el casco antiguo conocido como Sassi di Matera, un laberinto de casas cueva y calles empedradas. Explorar esta área a pie permite sumergirse completamente en la rica historia y la atmosfera única de la ciudad. Desde aquí, se pueden alcanzar fácilmente otros puntos de interés como el Museo Nacional de Matera o las numerosas iglesias rupestres que salpican el paisaje.